Gut Bacteria

Tus intestinos – tu segundo cerebro

Tus intestinos no son solo un sofisticado procesador de alimentos, sino que mantienen todo tu cuerpo en movimiento. Es fácil darlos por sentado, pero tus intestinos son en realidad la parte de tu cuerpo que está más en contacto con los elementos externos. También se sabe que son la parte más importante de tu sistema inmunológico. Para decirlo claramente, tus intestinos y un intestino sano son fundamentales, y no es una coincidencia que se les llame «tu segundo cerebro».

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Sensaciones intestinales

¿Alguna vez has sentido mariposas en el estómago antes de una gran entrevista, o has seguido tu intuición en relación con una decisión difícil? Momentos como estos son buenos ejemplos de cómo entra en juego tu eje intestino-cerebro, y cómo este entendimiento científico de la relación entre el intestino y el cerebro respalda dichos antiguos. Confiar en nuestro intestino puede llevarnos a tomar grandes decisiones basadas en lo que sentimos y pensamos.

La conexión intestino-cerebro

Está científicamente probado que hay una conexión entre los intestinos y el cerebro, que también se conoce como el eje intestino-cerebro. Tu cerebro se comunica con todos tus órganos del cuerpo, incluidos tus intestinos. El cerebro habla con tu intestino usando una red de nervios que se extiende a lo largo de tu cuerpo. Pero lo inteligente aquí es que tus intestinos son los únicos órganos del cuerpo que se comunican de vuelta al cerebro, donde también tienen su propio sistema nervioso: el sistema nervioso entérico. Este sistema nervioso permite que los intestinos controlen acciones individuales, como digerir los alimentos que comemos, sin instrucciones del cerebro. Por eso se conoce al intestino como el segundo cerebro: en realidad tienen sus propias neuronas, de 200 a 600 millones para ser exactos.

 

Aquí hay algunas maneras de mantener tu eje intestino-cerebro en óptimas condiciones.

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Eres lo que tus bacterias comen

Tu eje intestino-cerebro funciona mejor cuando hay una mezcla de diferentes bacterias en tus intestinos. De nuevo, puedes pensar que tienes trabajadores de producción en tu «fábrica de estómago», donde cada trabajador realiza una tarea para ti. Las bacterias intestinales prosperan con alimentos saludables y ricos en fibra. Así que dale a tus pequeños trabajadores lo que necesitan comiendo una dieta variada. Tu dieta diaria debería consistir en una mezcla de frutas, verduras, legumbres, frijoles, nueces y semillas. Los alimentos fermentados, como los productos lácteos, kimchi, kombucha y chucrut, son buenas fuentes de bacterias vivas: inclúyelos en tu dieta para probar algo nuevo y hacer algo bueno por tu intestino. Lee más aquí.

Women sleeping

Duerme bien

A todos nos encanta esa sensación cuando hemos tenido una buena noche de sueño. ¡Puedes conquistar el mundo! Tener bacterias variadas en tu intestino también ayuda con la calidad de tu sueño. Pero si tus bacterias intestinales enfrentan dificultades (por ejemplo, si tomas antibióticos), puede afectar tu sueño porque afecta tu eje intestino-cerebro. Considerando que pasamos un tercio de nuestras vidas durmiendo, es muy importante enfocarse en la calidad de tu sueño. Es una de las mejores cosas que puedes hacer por tu bienestar.

Family hiking

Muévete más

Todo tu cuerpo se siente bien cuando haces ejercicio. A tus bacterias intestinales también les encanta cuando haces ejercicio porque hace que tu intestino sea un lugar mejor para ellas. Por lo tanto, el ejercicio puede enriquecer la diversidad de bacterias intestinales. Los atletas tienen algo más de bacterias intestinales que las personas comunes. No tienes que ser un atleta para obtener más buenas bacterias intestinales: incluso una cantidad moderada de ejercicio puede marcar la diferencia. Así que elige actividades que te encanten: caminar, andar en bicicleta, nadar, patinar, bailar, moviéndote, creas el mejor ambiente para las bacterias.

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Vive con una mascota

Esta es la mejor excusa para tener una mascota: las personas que viven con animales tienen más bacterias intestinales que aquellos que viven sin mascotas. Dado que los humanos han vivido en estrecho contacto con animales y ganado, nuestras bacterias intestinales han evolucionado con los animales. El mejor momento para hacer un amigo peludo es durante la infancia, cuando el sistema bacteriano intestinal se está desarrollando.

Women doing yoga outside

La diversidad intestinal no es tan difícil en absoluto

Tener un perro no solo puede aumentar tu diversidad intestinal. Salir a caminar afuera y disfrutar de la naturaleza también puede hacerlo. Sal y disfruta de la naturaleza verde, o da un paseo enérgico por la ciudad: ¡tus bacterias intestinales te lo agradecerán!

Reduce tus niveles de estrés

Los estudios muestran que la forma en que reaccionamos cuando nos estresamos depende de nuestras bacterias intestinales. Tener una buena diversidad intestinal es un buen comienzo para mantener tus niveles de estrés en óptimas condiciones. Sin embargo, los niveles altos de estrés pueden alterar la función de tus bacterias intestinales. Te hemos dicho que el eje intestino-cerebro funciona en ambas direcciones. Así que cuida bien de tus bacterias intestinales para que puedan ayudarte a enfrentar las dificultades de la vida cotidiana.